martes, septiembre 20, 2005

Convaleciente por una cerveza

¿Quién me diría a mí que salir por la puerta de mi casa este domingo iba a destrozar así mi vida? Nadie se lo hubiera imaginado, si no seguramente me habrían avisado. Salí con el Bernardes a tomar UNA birra. Y eso hice, me tomé una Estrella Levante en República. Cuando le di el último trago supe que algo no andaba bien dentro de mí. Pero aun así me tomé la tercera parte de una Alhambra en Troya. No la terminé porque ya no cabía duda de que algo no iba bien. Llegué a mi casa feliz y contento, me acosté y me dormí esperando levantarme unas 10 horas después disfrutando del sol por mi ventana y las sábanas enredadas en mi cuerpo serrano. Qué ingenuo. A las 4 de la mañana ya fui al aseo la primera vez, le siguieron muchas más veces. Toda la noche estuve yéndome de bareta y potando. Calculo que fueron lo menos 20 veces de lo primero y 3 ó 4 de lo segundo, la verdad es que perdí la cuenta en cuanto la paranoia por los 38 grados a los que estaba mi cuerpo me hizo perder la noción de la realidad. ¿Qué es la matrix? ¿Me tomaré la pastilla roja? Sí, me tomo el Fortasec.
A la mañana siguiente no fue mucho mejor, yo seguía metido en una pesadilla. Pasé de estar convaleciente en la cama a estarlo en el sofá, por variar un poco. Me fijé en que mi periquito no era capaz de mantenerse en pié, estaba tan somnoliento como yo. Entonces descubrí que teníamos una especie de conexión vital, como E.T. y Elliot. Los anuncios de la tele me hacían llorar. Veía anuncios de zumos, de agua mineral, de ricos batidos. Yo mataría en ese momento por algún líquido fresco. Incluso se me hizo la boca agua al ver la noticia de un hombre que le echaba a su coche como carburante aceite de la cocina de un restaurante, mmmmm aceite usadooooo,argrgrgr. (Imagináos lo mal que estaba.) En los ratos en los que podía mantener los ojos abiertos me tragué Amarte así, Frijolito, ...en qué hora!! Cuando volví a la cama estuve intentando averiguar quién iba a ser el asesino de Fransisco Reyes, dándole vueltas a todo lo que habían dicho los personajes, estudiando minuciosamente las expresiones que tuvieron al hablar, las razones y motivos que moverían a cada sospechoso. En definitiva, una auténtica paranoia ...Ya mi temperatura rozaba los 40. Lo que siguió a eso fue como un bucle infinito:
for(;;) {
Pegar un trago de agua de la botella al lado de mi cama.
Volver a mi postura fetal sintiendo retortijones.
Seguir pensando en el asesino de Fransisco Reyes.
Comprobar que mi temperatura sigue igual que antes.
Sentir que voy a morir de deshidratación.
}
Todo este bucle duró hasta esta mañana, es decir, durante unas 20 horas. Ahora ya me encuentro mejor, he visto Matrix Revolutions y no he tenido ninguna paranoia. Debe ser que estoy sano. El problema de todo esto es que he perdido peso,...mucho peso. Si hace una semana pesaba 85 kilos, mi peso habitual, que jamás he conseguido superar, hoy peso 78 kilos!! y de esos 7 kilos que han volado 2 se fueron sólo en este último día. Voy a tener que comer mucho para recuperarme. Quizá le pida a mi madre que me cocine una vaca entera.
Chicos, yo de vosotros me lo pensaría dos veces antes de tomarme una cerveza, también podría pasarte a tí...

¬¬


1 Comentarios:

A las 1:53 a. m., Anonymous Anónimo que es un crack dijo...

eso fue un virus como una catedral... la cerveza lo único que hizo fue darle alegría al bicho...

 

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